domingo, 15 de julio de 2012

Enfermedades de perros: Las pulgas y garrapatas en los perros

Tanto las pulgas como las garrapatas son parásitos externos, es decir, que viven en el exterior del cuerpo de los animales (generalmente entre su pelo, agarrados a su piel). Mediante una picadura, estos parásitos pueden estar alimentándose durante más de un mes de la sangre de nuestros animales.
La infestación de este tipo de parásitos es muy sencilla, ya que nuestro perro los puede encontrar en cualquier parque o solar, e incluso se los puede pasar otro animal, ya sea de su especie o no.


Las pulgas


Las pulgas son pequeños insectos succionadores de color marrón. Tienen tres pares de patas, dos de ellas adaptadas para realizar grandes saltos. Como ya hemos dicho, se alimentan de la sangre de los animales, en especial de los perros y de los gatos.

Seguramente, si nuestro perro se rasca más de lo normal este infestado por pulgas, pero esta condición no es indispensable para que nuestro perro contenga estos parásitos, aunque nuestro perro no se rasque, puede tener pulgas. El motivo de que las pulgas causen picores a nuestras mascotas, es que la saliva anestésica de estos insectos causa reacciones alérgicas en muchos canidos. A parte de perdida de sangre e irritaciones cutanteas de nuestras perros, las pulgas pueden ser las culpables de anemias, infecciones, y lo más peligroso, las pulgas pueden transmitir diversas enfermedades.

Una de las principales enfermedades que transmiten estos parásitos es la tenia Dipylidium caninum, o vulgarmente llamada “tenia de ciudad” o “lombriz solitaria” (este gusano vive en los intestinos de los animales alimentándose de todo lo que comen y “robándoles” los nutrientes que ingieren).

Para tratar a nuestros perros contra las pulgas hay multitud de fármacos, collares y productos. Lo más importante del tratamiento que elijamos es que evite el contagio, elimine a las que pueda haber y elimine también los huevos o larvas. Asimismo, es recomendable utilizar un pulverizador para desinfectar el entorno de nuestro perro.

Las garrapatas


Las garrapatas son pequeños parásitos de la familia de las arañas. Se alimentan de la sangre de los animales o de la persona a la que se adhieren. Físicamente son como una pequeña bolsa gris o marrón con ocho patas. Cuanta más sangre chupen, más grandes se hacen, pueden multiplicar por diez su tamaño.

Nuestro perro puede infestarse de garrapatas en cualquier lugar, sobretodo en parques o lugares con vegetación. Estos parásitos no sólo provocan irritaciones cutáneas, sino que también pueden ser portadoras de graves enfermedades.

Una de las enfermedades más comunes que transmiten las garrapatas es la enfermedad de Lyme; ésta se caracteriza por cambios en la piel, inflamación de las articulaciones, fiebre, dolores musculares…

Es muy importante que mantengamos a nuestros perros libres de garrapatas y evitemos en la medida de nuestras posibilidades su infestación. Es recomendable que examinemos a nuestros animales habitualmente, sobretodo si han estado en lugares con hierbas altas o matorrales.

Existen variedad de collares y productos que repelen este tipo de parásitos y que tienen un alto porcentaje de efectividad. Antes de adquirir cualquier producto contra las garrapatas, debemos asegurarnos que también elimine sus huevos o larvas (una garrapata adulta pueden poner entre 2000 y 8000 huevos a lo largo de su vida).

Asimismo, si encontrásemos una garrapata adherida a la piel de nuestro perro, podemos quitarla nosotros mismos sin necesidad de recurrir a un veterinario. Existen pinzas especiales para ello, pero con nuestros dedos también podemos extraerla. Antes de nada debemos ponernos un guante, preferiblemente de latex, para evitar que se nos pegue. Con solo dos dedos la agarraremos lo más cerca posible de la zona por la que está pegada a la piel del animal, y con un movimiento giratorio tiraremos con suavidad. Una vez hecho esto desinfectaremos con yodo. Nunca utilizaremos alcohol o aceite para arrancar una garrapata, ya que esto podría producir que la garrapata vaciase el contenido infectado de su estómago en la piel del perro.

Una de las mejores formas de mantener al margen de contagios a tu perro es un buen collar y una buena Pipeta.

sábado, 7 de julio de 2012

Enfermedades de perros: la rabia

La rabia es una enfermedad mortal que puede afectar al ser humano. Por eso en todos los países se toman medidas para prevenirla. Presente en todos los continentes, esta terrible enfermedad está causada por un virus de la familia RHABDOVIRIDAE.
A pesar de que todos los mamíferos pueden ser infectados con este virus, los perros son los transmisores principales de esta enfermedad en todo el mundo.  Australia, las Islas Británicas y la Antártica son los únicos lugares en donde el virus no existe.


Cómo se transmite la Rabia Canina.-


De la manera más sencilla y fácil. Con la saliva de un perro contagiado, es suficiente. Se cree que la mordida es la única forma de su contagio, pero no. Hay documentación en la que se demuestra que el virus fue transmitido en partículas de aerosol flotando en el aire. Pero no nos alarmemos, son casos muy extraños y sólo se han dado en cuevas donde habitan muchos murciélagos infectados.

Como bien indicábamos en la introducción, el perro es el mamífero más común para su transmisión, pero cualquier mamífero puede serlo. Curiosidad, los gatos son portadores más frecuentes que los perros. ¿No lo sabías? Los animales silvestres también pueden ser portadores. Los mapaches, murciélagos, zorros…..



Síntomas.-


Tiene varias fases de incubación. Los síntomas en los perros suelen manifestarse en tres y 8 semanas después del contagio, llegando a pasar hasta 6 meses.


Fases:

.- Prodrómica.- Presentan conductas Aprehensivas, nerviosismo, ansiedad y aislamiento voluntario del perro. Fiebre. La conducta suele cambiar durante esta fase.
.- Furiosa.- No siempre se da, pero cuando se da, es conocida como Rabia Furiosa. Su principal característica, la irritabilidad e hipersensibilidad a estímulos visuales y auditivos. El perro no duerme y está muy activo casi siempre. Comienzan a morder todo lo que se pone en su camino y con el progreso de la enfermedad se muestran desorientados y pueden llegar a tener convulsiones. Eventualmente mueren. Esta fase dura entre 1 y 7 días.
.- Paralítica.- También conocida como Rabia Muda. No siempre se da. El perro se queda como paralizado de los músculos de la cabeza y cuello. El perro no traga y saliva constantemente. Su mandíbula inferior se paraliza dejando la boca abierta. Se le paraliza el diafragma y el perro muere por insuficiencia respiratoria.

Diagnóstico.-

Se analiza tejido nervioso del cerebro del perro, para saber si este tiene rabia o no. Desafortunadamente para realizar este diagnóstico es necesario sacrificar al perro.
Si se diagnostica en estados tempranos, no es necesario sacrificar al perro.

Prevención y tratamiento.
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No existe ningún tratamiento para la rabia una vez se han presentado los síntomas, por esto es fundamental, y para no tener que llegar a sacrificar al perro, La Vacuna. Es fundamental y primordial vacunarlos contra la rabia cuando son pequeñitos. Todos los perros deberían vacunarse, pero hay Comunidades Autónomas como la Gallega, en la que esta práctica no es necesaria, a no ser que se salga a otras comunidades donde ya se exige. Existen vacunas que se aplican cada año, otras cada dos años y por último, otras cada tres.

Si una persona es mordida por un perro, debe lavar la herida con abundante agua y jabón y dirigirse a un centro de salud para que le ponga la vacuna adecuada.

Por favor, acude a tu Veterinario y vacuna al perro contra La Rabia.