martes, 29 de noviembre de 2011
jueves, 24 de noviembre de 2011
El Origen de la Palabra Can.
El análisis de la palabra can, en las diversas lenguas indoeuropeas,
resulta posible reconstruir la forma original K'uon, que pasó (entre
las lenguas orientales, donde
la antigua k se transforma en sh o s) al sánscrito shvan, al armenio
shun, etc. y (entre las lenguas occidentales, donde la k' se convierte
en k y h) al griego kýon, al irlandés cú, el gótico hunds y al latín
canis.
No ha sido posible, en cambio, establecer si esa raíz K'uno, además de
la indicación pura y simple del animal "perro", saber si tenía un
significado importante y cual era éste.
Herodoto refiere que los antiguos Medos, pertenecientes a un grupo
iraní, llamaban al perro con la palabra spoka, esto permite conocer el
origen del término ruso que es sobaka, y tal vez, del término turco que
es köpek.
Palabras correspondientes al indoeuropeo K'uno (demostración de la gran
antigüedad del término) pueden encontrarse en lenguas pertenecientes a
grupos muy lejanos, como el chino antiguo k'iuan
(moderno Ch’üan), el ostiako siberiano kanak, el cafino de África
oriental kunano. Vale aclarar que en el resto de África negra, en las
lenguas bantús, predomina la forma buá, de origen claramente
onomatopéyico; aunque en materia de derivaciones onomatopéyicas, la
prudencia es necesaria: el ladrido, que en italiano se representa con
bau bau y en español con guau guau , los japoneses con wa wa
(pronunciado uá uá) .
En todas las lenguas neolatinas se deriva del latín canis, teniendo en
cuenta las leyes fonéticas de cada una de ellas, así se tiene el español
can , el italiano cane, el francés chien, el rumano cîine, el portugués
cão (se pronuncia can), etc.
En español hasta el año 1400 se utilizo el término can , la denominación
perro (de origen desconocido) era poco común su uso o usado en forma
despectiva, pero luego la palabra perro se difundió rápidamente, aunque actualmente la palabra can ha caído en desuso.
En las lenguas germánicas modernas deriva del antiguo gótico hunds, o
sea hound en alemán, hund en sueco, hond en holandés, etc. En inglés, en
cambio, se produjo un caso análogo al español, el término moderno dog
(de origen desconocido) y muy poco usado hasta fines de la Era Medieval,
ha desplazado casi por completo a la antigua palabra germánica hound,
actualmente se usa solamente en la poesía y en la composición de los
nombres de algunas razas, como bassethound, foxhound, bloodhound,
greyhound.
En griego moderno, perro se dice skylí, palabra que en griego antiguo
significaba "perrito", "cachorro". También el término cucciolo
("cachorro") es de origen incierto, aunque pareciera una derivación del
término cuccia (cucha), o sea el cachorro sería el animal que no
abandona todavía la "cucha" (la palabra "cuccia" deriva del francés
coucher que significa "dormir", "acostarse").
Pero otros historiadores consideran posible una conexión con el término serbocroata kucak (se pronuncia kuchak) y el persa kuciak, en ambos casos significan "perro".
La lengua más antigua de la cual existe documentación es,
aproximadamente, hacia el 3500 a.C. es el sumerio, que era hablado al
sur de Irak actual. En sumerio "perro" se decía nug, y de esta forma,
probablemente, deriven del tamil (lengua preindoeuropea de la India
meridional) nay y el japonés inu.
No son mucho más recientes los textos jeroglíficos que nos dan el nombre
del perro entre los antiguos egipcios: su sonido era uhor, forma muy
próxima al hor de los vascos, la misteriosa y antiquísima lengua que,
aún, se habla en ambos lados de los Pirineos.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Perros y gatos
Aunque distintos, lo de que perros y gatos se llevan mal hoy en día
es más un mito que una realidad. Pero no debemos de olvidar que su
naturaleza es la depredación y su
instinto el de la caza, todo en su interior los empuja a perseguir a
otras especies animales. No es la primera vez que nos ha coincidido ver
como un gato persigue a un ratón, pájaro, mosca… y que los perros hagan lo mismo con
los gatos. Su impronta genética les dice que es una presa potencial que
deben de perseguir para sobrevivir, siendo una clara fuente de
alimento.
En los carnívoros, especialmente los felinos que lo son casi
exclusivamente, esta supervivencia está basada en la predación. Por lo
que es una conducta tan natural como habitual.
Será
más difícil quitarles ese instinto a los gatos que a los
perros pero lo podemos controlar por medio de juegos, teniendo presente
que no debemos fomentar en ellos nada que despierte ese instinto.
Existen países como Suiza o Australia donde hay como un "toque de queda"
para los felinos en horarios habituales de caza en la que se les
prohíbe por ley, que sus propietarios les permitan las salidas al
exterior.
Pero ¡al tema! Estas dos especies pueden mirarse con desconfianza ya que
son diferentes, aunque entre ellos surja un natural interés.
La
incomprensión recíproca
puede ser el motor de sus relaciones, pero el que sean animales de
compañía ha ayudado a cambiar y suavizar estos patrones. A su vez la
proximidad del hombre, provocó una menor densidad de predadores lo que
posiblemente aumentó las posibilidades de éxito en la procreación y la
supervivencia de los individuos. Esta es la causa más probable para la
explicación de por qué los predadores domésticos correctamente
socializados con los seres humanos u otras mascotas no sólo huyen de los
mismos sino que además pueden buscar compañía.
Si los acostumbramos
desde cachorros a su mutua presencia, es
decir, los socializamos correctamente y los educamos para convivir, la
adaptación mutua será más fácil. Asumirán que no es necesario cazar para
sobrevivir y que su relación con la otra especie puede ser diferente.
Desde cachorros aprenden de sus padres y sus congéneres y por supuesto
del ambiente que los rodea lo que condicionará su comportamiento de
adulto.
La influencia de la edad en la adaptación es importante ya que si por
ejemplo, tenemos un perro mayor y entra en casa un nuevo inquilino, como
un cachorro de gato este tardará más en habituarse.
Cuanto
más joven es, mejor se adaptará a los cambios.
Los cachorros son más juguetones que cazadores, no tardarán en
establecer sus propias jerarquías, sus propias interacciones, sus
propios roles. Aunque es importante que siempre dispongan de sus específicos lugares para comer y dormir para que puedan refugiarse en momentos de agobio.
La presentación es un momento muy importante en la futura relación, es
mejor que nuestro perro en ese momento esté relajado después de un buen
paseo, cuando esté relajado o tranquilo. Si cuando le mostramos la nueva
mascota da muestras de tranquilidad hay que felicitarlo, demostrarle
que te enorgullece su reacción pacífica. Cuanta más edad tenga el perro
más paciencia hay que tener, pero la fórmula es la misma.
Algunos pasos interesantes o referencias que sería aconsejable que tengamos en cuenta serían:
- Nunca permitas que tu perro o cachorro se acerque al gato.
- Tu perro querrá olfatearlo y al gato esto no le ayudará a entablar una amistad, más bien le molestará y lo más probable es que tenga ganas de salir pitando, algo que hará que tu perro lo persiga intentando jugar con él. Viendo el panorama lo mejor es que cuando el gato y el perro estén en la misma habitación, el perro esté tumbado y tranquilo, controlándolo así el gato gana poco a poco confianza cerca de él sin que le agobie.
- Permite que tu gato se acerque al perro, pero supervísalo no vaya a ser que la líen, y se ponga en modo “persecución”.
- Si tu gato quiere esconderse, déjalo. No hay que forzar la situación. Permite que el gato investigue al perro según sus propios deseos. Es posible que lleve entre ocho a diez semanas hasta que el gato se ajuste a compartir su casa con su nuevo amigo.
- Deja a tu perro y gato separados cuando no estés en casa, hasta que no tengas la certeza de que ahora la cosa ya está tranquila y no se van a poner a correr uno detrás de otro.
- Premia cualquier buena conducta que surja entre los dos.
- Cada vez que el perro permita que el gato se acerque o que camine cerca de él sin perseguirlo, felicita efusivamente a tu perro.
- Recuerda que con una buena disposición los dos llegarán a un entendimiento, tarde o temprano.
domingo, 13 de noviembre de 2011
La obesidad en los perros
El cachorro tiene un gran desarrollo y rápido crecimiento, desde
el destete a los 8 o 9 meses donde llega al 80% de su desarrollo,
alcanzando al año de vida su tamaño adulto, esto tiene alguna variación
según la raza, pero por regla general, eso sucede las más de las veces.
El animal, mientras se encuentra en etapa de desarrollo, está formando
hueso y músculos, como así también, el crecimiento de la piel y los
órganos internos, este proceso requiere de un gran gasto de nutrientes,
los cuales, son incorporados al organismo mediante la dieta, eso indica
los altos requerimientos nutricionales del cachorro en su etapa de
desarrollo.
Una vez adulto, ha llegado a su tamaño normal y el exceso de nutrientes que no son aprovechados por el organismo comenzarán acumularse en forma de grasas que se manifiesta en lo que conocemos como obesidad, hay razas más propensas que otras como por Ej.: el Collie y otras más hiperactivas, tienden a ser delgados como el Setter.
Si no se realiza un control adecuado de la dieta, y sí el perro lleva una vida sedentaria, correrá el riesgo de volverse obeso, con los riesgos que ésta provoca, como desórdenes físicos tales como problemas cardíacos, de respiración, desórdenes digestivos y a nivel óseo, ligamentos, articulaciones, puede llegar a una artritis degenerativa.
Mientras la actividad de nuestro amigo disminuye, el consumo de alimentos necesita ser ajustado para ayudar a prevenir la obesidad:
Una vez adulto, ha llegado a su tamaño normal y el exceso de nutrientes que no son aprovechados por el organismo comenzarán acumularse en forma de grasas que se manifiesta en lo que conocemos como obesidad, hay razas más propensas que otras como por Ej.: el Collie y otras más hiperactivas, tienden a ser delgados como el Setter.
Si no se realiza un control adecuado de la dieta, y sí el perro lleva una vida sedentaria, correrá el riesgo de volverse obeso, con los riesgos que ésta provoca, como desórdenes físicos tales como problemas cardíacos, de respiración, desórdenes digestivos y a nivel óseo, ligamentos, articulaciones, puede llegar a una artritis degenerativa.
Mientras la actividad de nuestro amigo disminuye, el consumo de alimentos necesita ser ajustado para ayudar a prevenir la obesidad:
- Trate de evitar darle comida en la mesa, el "picoteo" del desayuno, almuerzo, merienda y cena del dueño, cumple todos los requisitos necesarios para engordar a nuestro perro. A veces, suprimiendo esta costumbre es suficiente para que el animal vuelva a su peso indicado, un truco es poner un recipiente con granos de balanceado en nuestra mesa, y en vez de administrarle bocadillos de nuestra comida, le damos unidades de alimento balanceado para engañarlo, pero lo menos posible.
- Reduzca la ración aproximadamente al 60 a 75 % de su consumo normal. La cantidad depende de las condiciones corporales de la mascota y del consejo veterinario.
- Suministre porciones menores de comida y con más frecuencia, alimentará menos, pero satisfacerá la dieta de la mascota.
- Evite dietas ricas en grasas.
- No suministre cualquier otro complemento a menos que su Veterinario se lo recomiende específicamente. El ejercicio moderado para un perro adulto debe ser parte del programa de pérdida de peso. Debe hablar este tema con su profesional.
jueves, 10 de noviembre de 2011
La importancia de una buena alimentación
La salud de
nuestros perros, al igual que ocurre con los seres humanos, depende en
gran medida del tipo de alimentación que tengan. Con una alimentación
rica en nutrientes y moderada en grasas, conseguiremos mejorar la vida
de nuestra mascota.
La mayoría de las personas prefieren dar a su perro alimentos industriales especiales para nuestros amigos. Este tipo de comida, ya sea deshidratada o en lata, contiene todo lo necesario para la correcta alimentación de nuestras mascotas.
La mayoría de las personas prefieren dar a su perro alimentos industriales especiales para nuestros amigos. Este tipo de comida, ya sea deshidratada o en lata, contiene todo lo necesario para la correcta alimentación de nuestras mascotas.
Si nos decidimos por alimentos secos,
debemos tener en cuenta la calidad de estos, es preferible y
recomendable que siempre sean de gama alta. Este tipo de alimento ayuda a
mantener la dentadura del animal limpia y libre de sarro, además los alimentos secos suelen tener una composición más equilibrada. A la hora de
elegir uno, debemos tener en cuenta la edad de nuestro perro, la raza y
sus necesidades.
Hay una gran cantidad de variedades para cubrir las necesidades especificas de todo tipo de perros, hay para razas grandes, pequeñas, medianas, para perros activos o que realizan poco ejercicio; dependiendo de la edad también existen diferentes tipos, e incluso hay específicos para cada raza. Debido a su variedad y a la gran aceptación de este tipo de comida para perros, la relación calidad/precio es mucho mejor que con otros alimentos. Asimismo, tendremos más facilidad para encontrarla en supermercados, tiendas y almacenes; y es la forma más limpia de alimentar a nuestro animal.
En cuanto a la comida húmeda o enlatada, tiene menos nutrientes ya que está compuesta por un 80% de agua. Es un alimento más caro que el anterior y esta pensado para perros pequeños que necesitan poca cantidad de comida. Además, tenemos que tener cuidado si este alimento va a estar en el exterior, ya que podría atraer bichos o descomponerse, esto puede suponer un peligro para la salud de nuestra mascota. A pesar de los inconvenientes de esta variedad, a nuestro perro le gustará mucho más. Una posibilidad es mezclar el alimento seco con la comida húmeda, con esto conseguiremos proteger la dentadura de nuestro perro y hacerle su comida más apetitosa. Si elegimos esta opción, también deberemos tener cuidado con el tiempo que le dejamos el plato de comida al animal, para evitar como ya hemos dicho, su putrefacción.
Hay muchas personas que a pesar de la comodidad de la comida industrial, prefieren prepararla ellos mismos. Para esta opción debemos tener en cuenta varios factores:
Hay una gran cantidad de variedades para cubrir las necesidades especificas de todo tipo de perros, hay para razas grandes, pequeñas, medianas, para perros activos o que realizan poco ejercicio; dependiendo de la edad también existen diferentes tipos, e incluso hay específicos para cada raza. Debido a su variedad y a la gran aceptación de este tipo de comida para perros, la relación calidad/precio es mucho mejor que con otros alimentos. Asimismo, tendremos más facilidad para encontrarla en supermercados, tiendas y almacenes; y es la forma más limpia de alimentar a nuestro animal.
En cuanto a la comida húmeda o enlatada, tiene menos nutrientes ya que está compuesta por un 80% de agua. Es un alimento más caro que el anterior y esta pensado para perros pequeños que necesitan poca cantidad de comida. Además, tenemos que tener cuidado si este alimento va a estar en el exterior, ya que podría atraer bichos o descomponerse, esto puede suponer un peligro para la salud de nuestra mascota. A pesar de los inconvenientes de esta variedad, a nuestro perro le gustará mucho más. Una posibilidad es mezclar el alimento seco con la comida húmeda, con esto conseguiremos proteger la dentadura de nuestro perro y hacerle su comida más apetitosa. Si elegimos esta opción, también deberemos tener cuidado con el tiempo que le dejamos el plato de comida al animal, para evitar como ya hemos dicho, su putrefacción.
Hay muchas personas que a pesar de la comodidad de la comida industrial, prefieren prepararla ellos mismos. Para esta opción debemos tener en cuenta varios factores:
- Lo primero que tenemos que decidir es si la comida que le vamos a dar es cruda o cocinada. En cualquiera de los dos casos, no nos podemos limitar a alimentar a nuestro perro a base de carne, cocinada o no. No debemos preocuparnos por las bacterias de la carne o los huesos crudos (siempre que estén en buen estado), ya que el estomago de los perros está preparado para digerirlos perfectamente. Pero si queremos evitar posibles problemas digestivos, podemos escaldar la carne echándole agua hirviendo por encima, cocerla o congelarla unos quince días para eliminar gérmenes y bacterias.
- Si nos comprometemos a preparar nosotros mismos la comida, debemos aportar todos los nutrientes y vitaminas necesarios para que la dieta de nuestro animal sea lo más sana y completa posible. La alimentación debe contener verduras y frutas (alrededor de un 10% del total diario), carne, pescado, vísceras (son muy importantes ya que tienen un gran aporte nutricional, pero debemos cocinarlas muy bien) y otros complementos como vitaminas y calcio (siempre con supervisión veterinaria y teniendo en cuenta las cantidades que suministramos).
- Asimismo, debemos tener en cuenta que no todos los alimentos son recomendables para nuestro amigo. Los huesos de pollo, por ejemplo, se pueden astillar clavándose en la garganta del animal y provocándole heridas o posibles ahogamientos (cualquier hueso cocinado corre el peligro de astillarse, es preferible darle huesos crudos).
- Los productos lácteos pueden producir problemas gastrointestinales a los perros, jóvenes o adultos. A pesar de ser una gran fuente de calcio, fósforo, proteínas y vitaminas; la leche, los yogures y otros lácteos, contienen un tipo de azúcar (la lactosa), que es difícil de digerir para los perros.
- El chocolate es tóxico en grandes cantidades. A pesar de su buen sabor y de que seguramente a nuestro perro le encante, el chocolate contiene una sustancia llamada una teobromina. Dicha sustancia puede producir vómitos, diarrea, taquicardia, temblores musculares, hiperactividad… incluso puede llegar a ser mortal para el animal.
No podemos olvidarnos que cada perro es
un mundo, y cada uno necesita una alimentación acorde a sus necesidades.
Además, no podemos darle la misma alimentación a un cachorro que a un
adulto. También, debemos tener en cuenta que si decidimos cambiar la
alimentación de nuestro perro, lo haremos de forma gradual, así
evitaremos posibles problemas estomacales.
Fuente: http://www.perros.com
Fuente: http://www.perros.com
lunes, 7 de noviembre de 2011
Problemas con la comida
Cuántas veces nos habremos llevado las manos a la cabeza ante la
desesperación de ver que nuestro perro no come cuando tiene que comer,
comen rápido, siempre están comiendo….en fin. Te sorprenderías si te
digo que no eres la única persona con este problema.
Aquí dejo algunos consejos para intentar eliminar estas manías en nuestro perro.
Si come Demasiado Rápido
Casi todos los perros que conozco comen con un ansia como si llevaran
toda una vida sin haber ingerido ningún alimento. No mastican y parece
como si se fuesen a atragantar o hacer una bola en el estómago que les
pueda provocar una obstrucción intestinal. Puede ser peligroso,
así que debemos tomarlo en serio y buscar soluciones.
Se le puede dar la comida en un plato más grande, el equivalente a un segundo de los nuestros pero en grande.
-Puedes ponerle una pelota grande justo en el centro del plato, así
tendrá la necesidad de ir apartándola para escoger la comida y lo hará
más despacio, le llevará más tiempo.
-Lo más recurrido, o lo que solemos hacer muchas veces, darle la comida
en la mano. Provocamos en él la necesidad de esperar a que le demos la
comida, pero esto puede caer en un mal hábito acostumbrando a que
nuestro perro sólo coma de nuestra mano.
Come todo el día. Pica y Pica
Depende única y exclusivamente de nosotr@s y por ello debemos ser muy
observadores y marcar límites. Después de que haya comido le retiramos
el plato. Si no ha comido mucho, intentaremos darle de comer después de
unas horas. Una vez observemos que sí come, le retiramos el plato hasta
la próxima vez que le toque comer. Debemos procurar que sus comidas sean
constantes, a la misma hora.
Se Niega a Comer
Seguro que en algún momento has dicho, “si no come ahora, ya comerá
después”. Si que es verdad, que en la mayoría de los casos, comen
porque terminan teniendo hambre. ¿Pero qué ocurre cuando se niegan a
comer? Buscar posibles causas, prioridad.
Cambio del alimento, cambio de casa, nuevo comedero, situaciones de
estrés. Si esto se da, mejor que lo llevemos al Veterinario para
averiguar motivos, ya que en muchas ocasiones, la falta de apetito suele
ser el primer síntoma de que algo no va bien.
Fuente: http://www.perros.com
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