domingo, 8 de enero de 2012

Falsos mitos

Hoy en día hay mucha información sobre cualquier raza de perro, comportamientos, características físicas y psicológicas… Pero en medio de toda esta información, están los falsos mitos, “las verdades”, que bien por no pararnos a pensar o porque ya las tenemos en nuestro “subconsciente colectivo” como tales, no vemos lo erradas que están.

Por poner algún ejemplo:


Los perros que están en libertad son los más felices.

Cualquier perro estará encantado de tener un lugar caliente y seco donde dormir y sobre todo estar con su familia, su manada.
Tal vez este mito sea debido a los perros de los medio rurales que siempre estuvieron sueltos, sin cuidados ni cobijos, pero nada más lejos de la realidad, ya que son más propensos en estas condiciones de contagiarse parásitos, infecciones y enfermedades.
Por el contrario, los urbanitas de hoy que estamos cada vez más aislados y que cada vez tenemos menos contacto social “cara a cara” con nuestros semejantes, la compañía de un perro, para aquellos que apreciamos a estos hermosos animales es muy de agradecer, y ellos por su parte estarán encantados de ofrecernos su amistad y compañía.

Como dice el refrán, perro ladrador poco mordedor.

Evidentemente, el perro mientras esté ladrando no te atacará, pero esto no es un signo inequívoco de que no lo hará, en todo momento deberemos percatarnos del lenguaje corporal. Un lomo erizado, los gruñidos mientras nos enseñan los dientes y nos miran fijamente a los ojos, a la vez que ponen el rabo rígido y el cuerpo inclinado hacia delante, son señales suficientes para comprender, que ese perro no nos ve con buenos ojos… Cuidado !!

Pepe, el vecino que tuvo perros toda la vida me dijo…

El otro día, hablando con mi amiga Marta, me comentó que su perro estaba hecho un obseso sexual, ya que por las noches echaba un liquidillo blanquecino, lo que achacó a su falta de “actividad”.
Esta fue a la conclusión que llegó con Pepe, el vecino, y que tuvo perros toda la vida, al comentarle las perdidas nocturnas de su tan querido can. Con tan notable y experimentada información decidió darle rienda suelta a su perro para intentar cruzarlo con las perritas del vecindario. Al comentármelo, le dije que antes de realizar cualquier acción al respecto, visitara a un veterinario para darle o quitarle la razón a Pepe, nuestro bien querido vecino y asegurarse bien de los pasos a seguir respecto al problemilla de su perro.
El veterinario le dijo que lo que le pasaba a su perro es un exceso de “esmegma”, que es como se llaman a estas pequeñas perdidas y que en ocasiones pueden producir inflamación, por lo que le recomendaba lavar la zona y aplicar un tratamiento antibiótico.
Por lo que vemos, nada más lejos de la realidad los comentarios, que sin afán de hacernos mal, son totalmente erróneos.

No sienten como nosotros.

Diversos estudios han demostrado que el umbral de dolor de los perros es muy similar al humano. Con sentimientos parecidos a los nuestros.
El perro relacionará algunas situaciones con ciertos sentimientos, gracias a la memoria asociativa, por ejemplo, podrán relacionar a una persona con sus juegos favoritos, o los perros que han sido abandonados o maltratados que sentirán un impulso irrefrenable de huir, al ver un coche o un palo.
Como podes ver estos sólo son unos pequeños ejemplos de lo que son los falsos mitos que por su permanencia a lo largo de los días, meses, años… ya están entre nosotros como verdades incuestionables.

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