Alimentación: necesidades nutricionales (parte 1)
Hoy en día estamos muy preocupados por nuestro físico y cada vez más
por la calidad de lo que comemos. Por eso, los que apreciamos a
nuestras mascotas y queremos lo mejor para ellos y que tengan una vida
plena y lo más longeva posible, nos preocupa la calidad de los alimentos que les damos.
Bien es cierto que un mayor precio del producto no implica que éste sea
de calidad, o por lo menos, de la calidad que esperamos en comparación
con el precio.
El primer problema con el que me he encontrado es con lo complicado que
resulta averiguar lo composición de los alimentos ya que por ley los
fabricantes no están obligados o que todos los componentes sean
enumerados en su totalidad. Esto incluye tanto ingredientes como
aditivos.
Otra de las “irregularidades” es que cada fabricante presenta la
composición como le parece, por lo que dependiendo de la marca la
información la veremos de manera diferente. Sí es cierto que normalmente
se enumeran en orden de mayor a menor en cuanto a cantidad y
porcentaje.
Algunos etiquetan los ingredientes usando términos genéricos como por
ejemplo “derivados de carne”, “harina de pollo”… haciendo de estos
conceptos un cajón desastre en donde se pueden incluir carne de pollo,
cordero, ternera…y cualquier otra parte del animal como el hígado,
riñones, incluso plumas de aves…
Lo mismo pasa con los “derivados vegetales”, que incluyen trigo, maíz…de
calidad buena o pésima si utilizan los restos de la industria panadera
como se hace un muchos casos.
En cuanto a los aditivos, que como ya os dije antes pueden o no aparecer en la composición, se encuentran:
Caramelo E150.
Para entendernos es el que le da el
color marrón al alimento de nuestro perro, al que le puede provocar
deposiciones blandas o diarreas.
Dioxido de titanium E 71.
Este componente aclara
artificialmente el alimento, sobre todo los de pollo o pescado. El
titanium como se sabe es un metal pesado peligroso.
Glicol propeno. Actúa como conservante y anticongelante. En dosis altas puede provocar insuficiencia renal y problemas de piel.
Azúcar.
Lo usan como conservante. Los problemas
derivados de la ingesta son la diabetes, hipoglucemia, obesidad… Hay que
tener en cuenta que los perros son especialmente sensibles al azúcar.
Etoxiquina.
Previene la oxidación de las grasas,
también se utiliza como pesticida de la fruta y es un estabilizador
(¡¡atención!!) en la construcción de carreteras. Puede provocar cáncer
de hígado, problemas y malformaciones en los cachorros, alergias
cutáneas y enfermedades inmunitarias.
BHA. Hidroxibutilaniso.
También conocido con E320.
Aditivo que se acumula en la grasa corporal y que es de todos sabido
causa cáncer y distorsiona el balance hormonal.
TBHQ. Butil-hidroquinona terciaria.
Probablemente mutagénico y genotóxico.
En fin esto sólo es una muestra en lo que deberíamos de fijarnos al
comprar el alimento de nuestro perro, y para nuestros propios alimentos,
ya que mucho de estos componentes se encuentran en ellos. Aunque muchos
han sido prohibidos por la OMS, siguen apareciendo en multitud de
alimentos de consumo cotidiano…
wow, cuántas cosas; yo ya no sé qué darle a mi cachorro, porque en sí, no me gustan las marcas que hay, tenés alguna recomendable sabiendo que todas las marcas tienen algo malo? o sea, si se pudiera darles alimentos naturales, sin procesar sería genial, pero ese caso es más difícil para conseguir
ResponderEliminarGracias
Yo te recomiendo Eukanuba o Royal Canin, son más caras pero también más confiables
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